Leith, alla voy

Odio viajar en autobus. Eso para comenzar. Asocio el autobus con viejas, manguis, vagabundos y privosos. Prefiero caminar a usar uno de esos cagaderos rodantes. Asi q el hecho de meterme durante 6 horas consecutivas en las tripas de uno de esos bichos, no era algo q me agradase precisamente...
Comenzamos mal; se suponia q el trasto salia a las 17:00, y eran las 17:10 y aun no estaba en su correspondiente anden. La ira en mi crecia. Cuando por fin llego al anden, me maraville al comprobar q iba a viajar en una autentica reliquia... ver el funcionamiento de un trocito de la historia, es algo q no todo el mundo puede decir.

Mi instinto me dijo antes de salir de casa, q viajase con pantalones cortos, q ese dia hacia calor... y claro, el instinto no es una cualidad muy desarrollada en mi. Comenzo a llover, tronar, se fue el sol... aquello parecia el apocalipsis. Y nuestro conductor, tan amable el, hizo caso omiso a las continuadas peticiones de los viajeros de q quitase el aire acondicionado. Seguro q lo hizo por nuestro bien (¿?). Pudimos comprobar en nuestras propias carnes como se sienten los alimentos transportados en camiones frigorificos. Bien por el.

Lo unico entrañable del viaje, fue poder ver Horizonte Final en aquella pantalla de 14 pulgadas guarras, y contemplar como el miedo se apoderaba de la pija q viajaba en los asientos de al lado. Me entraron ganas de levantarme y darle una ostia, y tb de darle un beso en la frente. Como ambos sentimientos eran contradictorios, decidi no hacer nada y quedarme viendo la peli.

A mi llegada a Leith, me encontraba agotado, con el culo cuadrado, con dolor de cabeza y un poco mareado. Al dia siguiente descubri q el dolor de cabeza se debia a un incipiente resfriado, del q probablemente tenga q darle las gracias a nuestro amado conductor. Asi q me comi un par de gelatinas, y me fui a dormir.

Ya estoy deseando volver a viajar en autobus.

[Escuchando: Honour - VNV Nation - Pastperfect (Special Edition) (5:54)]